Gold and Jeans

El dorado sigue hechizándonos y deja a su paso toda una estela de matices que llegan hasta el bronce. No sólo se relega a los outfits navideños que todo lo inundaron de colores metalizados y paillettes. La primavera asoma y nos regala entre flores y pájaros un brillo atrevido en algunas prendas. Es todo un acierto combinar el dorado con una prenda vaquera para contrarrestar su voluptuosidad.En las pasarelas este metal precioso se ha fundido con  el negro, con tonos empolvados,con el azul petróleo, con  los estampados a lo Versace que Blanco ha versionado en algunas blusas y Zara de una manera más sutil. Por lo tanto, sigue el dorado. Así lo dictan los grandes como Roberto Cavalli, Emilio Pucci, Ferragamo, Gucci, Loewe... Los complementos simulan ser joyas preciadas del cofre de una reina, la mayoría con  un toque barroco y un oro deslumbrante, anillos, brazaletes, diademas, pañuelos...En estos tiempos de crisis sólo el brillo de la moda a veces nos hace olvidar y soñar por un instante.

1. Pullover/Jersey: H&M   2. Jeans: Uterqüe  3. Belt/ Cinturón: Sfera  4. Foulard: Cortefiel

  5. Shoes/ Sandalias: Zara  6. Clutch/ Bolso de mano: Accesorize  7. Maquillaje: M. A. C. Cosmetics ( barra de labios, Impasioned) 7. Ring/ Anillo:  Carolina Olivares 8. Pending/ pendientes: Uterqüe (flor de lis)

Manolo García - Pájaros de Barro

Hablaba el otro día de pajarillos y tal vez volaba con ellos. Sólo los pájaros puedan quizás entender "el vuelo herido" y aún así siguen volando. No queda otra. Si no vuelan mueren. Ahí está el instinto de supervivencia. Es difícil que nadie, ni siquiera ningún otro pajarillo pueda sanar la herida de un ala rota. Tampoco entre ellos entienden el canto diferente de un pajarillo raro que vuela, casi a ciegas, queriendo ver el sol para bañarse, acaso, del oro de los recuerdos que un día le hicieron volar y brillar ante el canto de otro pájaro que aún no había emigrado. Pero las estaciones cambian y hay pájaros que se pierden en la eternidad de las nubes deshechas. Nunca se dejan atrapar. Nunca quieren que otro pájaro les acompañe en su ruta y prefieren piar sus soledades en paisajes distintos que ya nadie conoce. No es lo mismo el vuelo de un faisán, o de un halcón, que el de un pajarillo, casi de barro, que lucha por levantar su vuelo y ,con su vuelo, el olvido de un paisaje que sólo brilla a través de la lluvia entre las pestañas. Así que le pregunté a mi amigo Nacho, artista, cantautor y poeta, su opinión sobre la realidad del vuelo de un pájaro hacia el olvido. Claro, me contestó lo que esperaba: hay pájaros que se quedan contigo en tu ventana y pían día y noche y te distraen del sueño y no abren sus alas. Este es uno de sus hermosos poemas.

El canto del hipopótamo - Soneto nº 6

Es porque tú me quieras, pajarillo,
que cuando se despista la manada

cojo un libro a escondidas y me tumbo
a estudiar el lenguaje de los pájaros.

Con una pata sigo los renglones
y leo: "pío-pío". Me equivoco,
vuelvo a empezar y así se van las horas
hasta encontrar la voz definitiva.

Porque me quieras busco el árbol solo
y subido a las ramas pruebo a ver
si moviendo los brazos como tú

entro en el aire y quedo suspendido.
Se ríen los gorriones, que no saben
que vuelan por amor los hipopótamos.

Nacho Artacho